Cuando se produce un divorcio puede ser con acuerdo o sin acuerdo. Si es sin acuerdo se denominan divorcios contenciosos.
Cada miembro de la pareja debe contar con un abogado y un procurador. Este procedimiento se realizará en un juzgado y será en la sentencia que dictará el juez donde se marcarán los detalles de la separación. Son de especial relevancia la custodia de hijos, visitas, pensiones. El reparto de los bienes gananciales no se puede hacer en el procedimiento de separación o divorcio contencioso, sino en otro procedimiento aparte y diferenciado, pues así lo establece la LEC.
Este procedimiento es más costoso que con acuerdo no solamente por deber contratar cada parte a abogado y procurador distintos. También porque el trabajo de los abogados será defender la posición de sus clientes para conseguir una sentencia lo más favorable posible en día del juicio y ello conlleva más tiempo empleado en preparar la vista, pruebas, etc. Pero ya hay opciones de conseguir divorcios contenciosos baratos.
DIVORCIO CONTENCIOSO MÁS BARATO
Al igual que en divorcios de mutuo acuerdo ya existen despachos de abogados especialistas que tienen precios ajustados. Vemos ya divorcios contenciosos baratos especialistas en este tipo de separaciones en la comunidad de Madrid con realmente buen precio. Existen en toda España aunque aconsejamos contratar siempre los servicios de abogacía con un despacho al menos en la misma comunidad autónoma, con datos del despacho claros y siempre accesibles a los clientes. Puede buscar abogados en toda España en nuestro blog y consultar.
Antes de iniciar un divorcio contencioso los abogados, normalmente, consultan con sus clientes si ven conveniente intentar llegar a un acuerdo. Aunque ya esté presentada la demanda de divorcio por una parte y contestada por la otra hasta el día del juicio se puede llegar a un acuerdo. Esta última negociación la llevan a cabo entre los abogados y en muchas ocasiones se llega a una solución satisfactoria para ambas partes aunque con anterioridad no se hubiese logrado.
Esto ocurre porque en ocasiones una negociación directa entre los interesados no es posible porque la relación se ha deteriorado de tal manera que prácticamente la posibilidad de comunicación ha desaparecido. Con la mediación de otras personas la situación mejora, y si son profesionales que saben lo que se puede pactar y lo que no, las posibilidades aumentan.