En 2008 todos los españoles aprendieron lo que era una burbuja inmobiliaria, al explotar. Antes de esa fecha muchos eran los beneficiarios, empleo, viviendas nunca soñadas en propiedad, comisiones, impuestos con los que financiarse…
Ahora en 2021 la empresa china Evergrande es victima de otra burbuja que se parece tanto a la española que merece la pena al menos conocer.
La empresa ha crecido desmesuradamente aunque se sabía dentro de una burbuja y se ha mantenido porque una vez dentro lo fácil y más beneficioso es continuar en ella, ni pincharla, ni desinflarla, ni evitar el golpe, es mejor para no causar más daño esperar que explote por si misma, en este caso será el impago de su propia deuda anunciada, como no por un tercero, Moody’s que la casualidad hace anunciase sus dudas el mismo día que la agencia china «China Chengxin International».
Atrás quedan los sueños de fabricación de automóviles y otros planes de expansión que en su momento no hacían más que aumentar las posibilidades de financiación, aunque fuese para tapar los problemas (no han construido ni un automóvil). Atrás queda también su equipo de futbol del que ya no queda ni el nombre.
Será mañana día 21/9/2021 cuando según la consultora de inteligencia financiera REDD cuando Evergrande deje de pagar sus intereses a los bancos.
Después vendrán rescates, nuevos objetivos a la baja, reestructuraciones, cierres, despidos… y es seguro que su fundador uno de los hombres más ricos de chica, más o menos continuará igual hoy, mañana y dentro de unos años.
«Es el mercado» les dirán a los trabajadores y empresas menores que pierdan todo.
Tal vez sea inevitable que ocurra una y otra vez.